9 de junio de 2024

Compromiso de sustancia gris difiere entre Esclerosis Múltiple vs NMOSD vs MOGAD?

La esclerosis múltiple  tiene una amplia gama de manifestaciones clínicas y de neuroimagen, que sobreponen con las del desorden del espectro de la neuromielitis óptica (NMOSD) y la enfermedad asociada a los anticuerpos contra la glicoproteína oligodendrocítica de mielina (MOGAD). 

En la actualidad las pruebas serológicas del anticuerpo acuaporina-4 (AQP4ab ) y MOG-Ab con ensayos basados ​​en células (CBA) tienen una alta especificidad (Derdelinckx J et al.  j Mol Sci 2021Kim Y. et al.  Mult Scl Relat Disord 2020), sin embargo, estos ensayos no están ampliamente disponibles y pueden tener una sensibilidad variable, lo que pueden generar resultados falsos negativos, tambien ocurre  resultados errados, cuando los pacientes son evaluados indiscriminadamente, con resultados falsos positivos de MOG-Ab en el 28% de los casos (Sechi E. et al. JAMA Neurol 2021). Además, los niveles de anticuerpos pueden fluctuar y, fuera de un evento agudo, pueden ser negativos hasta en el 57% de los pacientes con MOGAD (Waters P. et al. JAMA Neurol 2020). Se ha reportado resultados positivos bajos de MOG-IgG que se asociaron con mayor frecuencia con un tiempo más prolongado desde el inicio de la enfermedad hasta el muestreo (p <0,001). Además, en pacientes con una prueba MOG-IgG1 dentro de los 6 meses posteriores al inicio clínico, aproximadamente el 25 % puede volverse positivo bajo a los 6 meses. En una  cohorte positiva para anticuerpos MOG-IgG analizada dentro de los 6 meses posteriores al inicio, los títulos de anticuerpos disminuyeron con el tiempo, lo que demuestra que aproximadamente el 25 % de los pacientes pueden obtener un resultado positivo bajo a los 6 meses y aproximadamente el 50 % puede obtener un resultado negativo a los 12 meses (Forcadela M. et al. Neurol Neuroimmunol Neuroinflamm 2024).

Cuando las pruebas serológicas no están disponibles o son ambiguas, o se sospecha un resultado serológico falso negativo, la resonancia magnética puede ser valiosa para respaldar el diagnóstico diferencial.

Se han descrito diferencias en los patrones de lesiones del cerebro y la médula espinal entre la Esclerosis Multiple remitente-recurrente (EMRR), desorden del espectro de neuromielitis óptica con anticuerpos AQP4 positivos (NMOSD-AQP4) y MOGAD. 

En la EMRR, las lesiones de la sustancia blanca tienden a afectar regiones cerebrales específicas, como la sustancia blanca periventricular y yuxtacortical, el cuerpo calloso y las áreas infratentoriales, mientras que en el NMOSD-AQP4, las anomalías cerebrales se localizan con frecuencia en áreas con alta expresión de AQP4 (p. ej., lesiones periependimarias que rodean los ventrículos o que involucran tractos corticoespinales). En adultos con MOGAD, la resonancia magnética cerebral puede no ser notable o mostrar lesiones grandes, mal definidas o definidas, ubicadas principalmente en la sustancia gris profunda y los pedúnculos cerebelosos. La mielitis transversa longitudinalmente extensa es el sello distintivo del NMOSD-AQP4 con predilección por la médula cervical, mientras que en la EM son comunes las lesiones múltiples de segmentos cortos, localizadas principalmente en la médula cervical. En MOGAD, las lesiones de la médula a menudo afectan la médula torácica inferior y el cono y tienden a ser longitudinalmente extensas en la etapa aguda. Las características de imagen, que son muy sugestivas de una enfermedad específica, pueden no verse más en la fase no aguda; esto es común en pacientes con MOGAD.Además, el enfoque para llegar a un diagnóstico de 1 de estas 3 enfermedades basándose en las características típicas de la resonancia magnética sola (o en combinación) no está estandarizado (Dubey D. et al. JAMA Neurol 2019Carnero E, et al. Mult Scler Relat Disord 2022Salama S. et al. Mult Scler 2020Carandini T. et al. Mult Scler Relat Disord 2021Geraldes R. et al. Nat Rev Neurol 2018).

 

Con respecto a los marcadores avanzados de resonancia magnética, las lesiones corticales están bien descritas como características distintivas de la Esclerosis Multiple , mientras que rara vez se observan en AQP4-NMOSD y MOGAD. Cortese y colegas, describen en 91 pacientes  (Neurology 2023): Detectaron lesiones corticales en el 73 % de los pacientes con Esclerosis Multiple, el 4 % de los pacientes con AQP4-NMOSD y el 3 % de los pacientes con MOGAD. Hubo un mayor número de lesiones corticales en la EMRR (un total de 74: 40 leucocorticales y 34 intracorticales, con una mediana de 2 lesiones por paciente) que en AQP4-NMOSD (solo 1 lesión leucocortical en 1 paciente) y MOGAD (solo 1 lesión intracortical en 1 paciente). Describen que el   valor de corte optimo para predecir EMRR fueron un número de lesiones corticales de 1 y de lesión de sustancia blanca cerebral de 11 (Cortese R. et al. Neurology 2023).

 

A continuacion un estudio integral que involucró una cohorte multicéntrica de personas con MOGAD, AQP4+NMOSD y Esclerosis Multiple. Utilizaron un enfoque de morfometría basado en vóxeles para: 

  1. Identificar y caracterizar patrones de atrofia de sustancia gris (GM) específicos de cada uno de los tres trastornos y
  2. Examinar la relación entre los volúmenes de GM y el número de lesiones de  sustancia blanca (WM) en varias ubicaciones del cerebro dentro de cada enfermedad.

 

Ann Neurol. may 2024. doi: 10.1002/ana.26951.

Grey Matter Atrophy and its Relationship with White Matter Lesions in Patients with Myelin Oligodendrocyte Glycoprotein Antibody-associated Disease, Aquaporin-4 Antibody-Positive Neuromyelitis Optica Spectrum Disorder, and Multiple Sclerosis

 

Atrofia de la sustancia gris y su relación con las lesiones de la sustancia blanca en pacientes con enfermedad asociada a Anticuerpos Glicoproteína Oligodendrocitos de M ielina, Desorden del espectro de Neuromielitis Òptica con Anticuerpos Acuaporina-4 positivos y Esclerosis Múltiple.

 

Rosa Cortese, Marco Battaglini, Ferran Prados, Giordano Gentile, Ludovico Luchetti, Alessia Bianchi, Lukas Haider, Anu Jacob, Jacqueline Palace, Silvia Messina, Friedemann Paul, Romain Marignier, Françoise Durand-Dubief, Carolina de Medeiros Rimkus, Samira Luisa Apostolos Pereira , Douglas Kazutoshi Sato, Massimo Filippi, Maria Assunta Rocca, Laura Cacciaguerra, Àlex Rovira, Jaume Sastre-Garriga, Georgina Arrambide, Yaou Liu, Yunyun Duan, Claudio Gasperini, Carla Tortorella, Serena Ruggieri, Maria Pia Amato, Monica Ulivelli, Sergiu Groppa , Matthias Grothe, Sara Llufriu, Maria Sepúlveda, Carsten Lukas, Barbara Bellenberg, Ruth Schneider, Piotr Sowa, Elisabeth G Celius, Anne-Katrin Pröbstel, Cristina Granziera, Özgür Yaldizli, Jannis Müller, Bruno Stankoff, Benedetta Bodini, Frederik Barkhof, Olga Ciccarelli, Nicola De Stefano; Grupo de estudio MAGNIMS

 

Abstract

Objetivo: Evaluar: (1) la distribución de la atrofia de la sustancia gris (GM) en la enfermedad asociada a anticuerpos contra la glicoproteína de oligodendrocitos de mielina (MOGAD), el desorden del espectro de la neuromielitis óptica con anticuerpos acuaporina-4 positivos (AQP4+NMOSD) y la esclerosis multiple recaida remision (EMRR); y (2) la relación entre los volúmenes de GM y las lesiones de la sustancia blanca en varias regiones del cerebro dentro de cada enfermedad.

Métodos: Un análisis multicéntrico retrospectivo de datos de imágenes por resonancia magnética incluyó pacientes con MOGAD/AQP4+NMOSD/EMRR en estadio no agudo de la enfermedad. Se utilizaron análisis de vóxeles y modelos lineales generales para evaluar la relevancia de la atrofia regional de GM. Para resultados significativos (p < 0,05), se informan volúmenes de áreas atróficas.

Resultados: Estudiamos 135 pacientes con MOGAD, 135 AQP4+NMOSD, 175 EMRR y 144 controles sanos (HC). En comparación con HC, MOGAD mostró volúmenes de GM más bajos en los lóbulos temporales, sustancia gris profunda, ínsula y corteza cingulada (75,79 cm3); AQP4+NMOSD en la corteza occipital (32,83 cm3); y RRMS de forma difusa en el GM (260,61 cm3). MOGAD mostró una atrofia de la corteza temporal más pronunciada que la EMRR (6,71 cm3), mientras que AQP4+NMOSD mostró una mayor atrofia de la corteza occipital que la EMRR (19,82 cm3). La EMRR demostró una atrofia GM profunda más pronunciada en comparación con MOGAD (27,90 cm3) y AQP4+NMOSD (47,04 cm3). En MOGAD, las lesiones periventriculares y corticales/yuxtacorticales más altas se vincularon con volúmenes reducidos de la corteza temporal, la GM profunda y la ínsula. En la EMRR, la atrofia difusa de GM se asoció con lesiones en todas las localizaciones. AQP4+NMOSD no mostró correlación entre lesión y volumen de GM.

Interpretación: La atrofia GM está más extendida en la EMRR en comparación con las otras dos afecciones. MOGAD afecta principalmente a la corteza temporal, mientras que AQP4+NMOSD afecta principalmente a la corteza occipital. En MOGAD y EMRR, la degeneración del tracto relacionada con la lesión se asocia con atrofia, pero este vínculo está ausente en AQP4+NMOSD

 

 

Resultados

Población de estudio

Estudiaron pacientres  135 MOGAD, 135 AQP4+NMOSD, 175 con EMRR y 144 HC. 

Se detectaron lesiones de WM cerebral en 92/135 (68%) MOGAD, 108/135 (80%) AQP4+NMOSD y en todos los EMRR (100%) pacientes. 

  • Se encontraron lesiones inespecíficas de WM en 33/144 (23%) de los HC. 
  • El número y el volumen medio de lesiones fueron mayores en la EMRR que en MOGAD y AQP4+NMOSD, sin diferencias entre las dos enfermedades mediadas por anticuerpos.

 

Diferencias en los volúmenes de GM  entre cada enfermedad y los controles saludables

  • En comparación con HC, los tres grupos de pacientes mostraron diferentes patrones de atrofia GM. En particular, al considerar el grupo completo (es decir, pacientes con y sin lesiones):
  • MOGAD mostró atrofia en la corteza temporal, GM profunda, ínsula, corteza cingulada y cerebelo. 
  • Los pacientes con AQP4+NMOSD mostraron atrofia en la corteza occipital.
  • En la EMRR, la atrofia estaba generalizada en la corteza, el GM profundo y el cerebelo.

 

Diferencias en los volúmenes GM entre los tres grupos de enfermedades

  • Los pacientes con MOGAD mostraron una pérdida de volumen más pronunciada en la corteza temporal que con EMRR, mientras que la atrofia en la corteza occipital fue más prominente en AQP4+NMOSD que en EMRR.
  • RRMS mostró una pérdida profunda de tejido GM más pronunciada en comparación con MOGAD y AQP4+NMOSD.
  • No se detectaron diferencias entre MOGAD y AQP4+NMOSD
  • Cuando solo se incluyeron en el análisis pacientes con lesiones de WM, los resultados se mantuvieron consistentes en términos de distribución y fueron más significativos.
  • Al considerar solo a los pacientes sin lesiones de WM, las diferencias en las áreas de GM fueron más limitadas que al considerar a todos los pacientes juntos . 
  • Los pacientes con MOGAD sin lesiones cerebrales mostraron atrofia en la corteza frontal bilateral en comparación con MOGAD con lesiones cerebrales, mientras que no se encontraron diferencias entre pacientes en el grupo AQP4 + NMOSD. 

Cuando la duración de la enfermedad y el tiempo hasta el último ataque se utilizaron de forma independiente como covariables, se observaron los mismos patrones de atrofia. No se encontraron diferencias significativas en los patrones de atrofia en pacientes con MOGAD tratados versus no tratados.

 

Discusión

En este extenso estudio multicéntrico, observaron distintos patrones y grados de atrofia GM en individuos con EMRR, MOGAD y AQP4+NMOSD. Específicamente, encontraron que: 

  1. En la EMRR, como se esperaba, hubo atrofia GM generalizada, con una participación pronunciada de sustancia gris profunda; 
  2. En MOGAD, la atrofia GM fue menos difusa y afectó principalmente a la corteza temporal, y 
  3. En AQP4+NMOSD, la atrofia GM se limitó a la corteza occipital. 

  • Además, el presente estudio reveló una correlación entre la atrofia regional y la distribución de las lesiones en MOGAD, lo que sugiere que, similar a la EMRR, el daño focal de la WM desempeña un papel en la patología de la GM.

Interesantemente, observaron que los pacientes con MOGAD sin lesiones cerebrales mostraron más daño en la corteza frontal en comparación con aquellos con lesiones cerebrales, mientras que no encontraron diferencias entre los pacientes con antecedentes de neuritis optica únicamente y solo mielitis transversa.


A diferencia de MOGAD y RRMS, el presente estudio reveló cambios más localizados en el grupo AQP4 +NMOSD, específicamente en la corteza occipital.

En el presente estudio que involucró una gran cohorte de pacientes con AQP4+NMOSD, no encontraron correlación entre las lesiones cerebrales y los volúmenes de GM, lo que lo distingue  MOGAD y EMRR.


Excelente y gran trabajo , valioso aporte cientifico lo que nos representa este estudio.


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Dr. Carlos Navas 
Neurología Clínica Universitaria Colombia
Hospital San Jose Centro
Neurólogo Enfermedad Desmielinizante
Inmunonutrición

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